Cargando...Ingresa en la recta final el caso de los chacales de Malargüe que abusaban de sus hijas e intercambiaban fotos y videos con escenas pornográficas.
Es que después de la condena a Jessica Payalaf a 18 años de prisión en un juicio abreviado, ahora resta saber cuál será la suerte que correrá el otro acusado de apellido Puscama que rechazó ese acuerdo y decidió ir a debate.
La propuesta de un juicio abreviado surgió a fines de diciembre en la audiencia preliminar al juicio oral. Allí la mujer reconoció el delito y aceptó 18 años de condena, en cambio Puscama tenía dudas y el juez Rodolfo Luque decidió suspender la audiencia hasta febrero para ver si el hombre reconsideraba su postura.
El 14 de febrero Puscama desistió nuevamente del juicio abreviado. En ese momento su cómplice aceptó el acuerdo por una condena a 18 años de prisión que cumplirá en la Penitenciaria ubicada avenida Mitre y La Pampa.
Este lunes se realizará el sorteo de un nuevo juez y luego se fijará la fecha del debate donde Puscama podría recibir una pena mayor a la propuesta inicial, que en un juicio abreviado propuesto por la Fiscalía era de 20 a 25 años por "abuso sexual con acceso carnal agravado, corrupción de menores agravada, producción y distribución de material de abuso sexual infantil agravada".
El caso
El 11 de abril del 2023, el fiscal Javier Giaroli imputó a ambos. Luego ordenó el traslado de los dos detenidos desde la Comisaría 24 de Malargüe hasta la Penitenciaría de San Rafael.
Puscama y Payalaf eran vecinos en el departamento de Malargüe, vivían a dos cuadras de diferencia, y a pesar de la cercanía entre ambos decidieron empezar un juego perverso que consistió en pasarse imágenes de abusos con sus hijos a través de la aplicación "LINE", utilizando sus celulares y computadoras que fueron secuestradas en los allanamientos realizados por Gendarmería. Uno de los acusados es familiar de un policía del sur mendocino.
En estas imágenes aparecen los tatuajes con los clásicos revólveres y flores que popularizó la banda de rock "Guns N' Roses" a través de las portadas de sus discos y su merchandising. Estos detalles permitieron identificar a la pareja de chacales que abusaba de sus propios hijos.
Es que el material audiovisual reveló con claridad que los imputados abusaban de sus propios hijos de 2 y 9 años y luego de manera perversa se intercambiaban las imágenes.
Así fue la investigación
La investigación se inició cuando llegaron a la Fiscalía 13 reportes de alta prioridad de una organización no gubernamental de Estados Unidos advirtiendo que había intercambio de contenidos de abuso sexual infantil en Instagram y Google de reciente realización.
A todos los relacionaba el mismo correo electrónico. En 2018 una persona había usado ese correo en una foto de Instagram y en 2022 alguien usó el correo para subir a la nube gran cantidad de material, a veces de hasta 30 archivos.
Durante la primera etapa de la pesquisa se pudo determinar qué correos fueron utilizados y un número de teléfono que fue dado de baja en el 2019. Esas fueran las huellas que encontraron los investigadores para determinar que la persona que los utilizó vivía en Malargüe.
En el material secuestrado se veían las personas, los dos adultos y las dos niñas, una de 2 años y la otra de 9, pero no se podían determinar sus identidades.
Según el expediente judicial, "los investigadores analizaron los correos que contenían un apellido y algunas letras e infirieron entonces que se podía llamar de cierta forma al combinar letras y apellido, algo así como -el apellido es ficticio- 'J. E. Pérez'. Con ese dato comenzaron a buscar a la mujer a través de las redes sociales: aparecieron 144 coincidencias en Malargüe".
Buscando mujeres con niñas parecidas se centraron en 15 y una de ellas reveló el dato clave con el nombre de su ex marido.
Consultaron luego a la red social Facebook de esta persona y allí vieron una foto de una mujer con un lunar, el mismo que se veía en el material secuestrado.
Así dieron con la primer coincidencia y hallaron la identidad de la mujer, que tenía en algunas imágenes un tatuaje con la palabra "Patience" ("Paciencia", el título de una canción de Guns N' Roses).
Luego en TikTok se detectó un video de la hija, con la misma ropa del material secuestrado por lo que se la identificó y se consiguió la segunda coincidencia.
Entonces comenzó la búsqueda del hombre que había enviado material con imágenes de otra menor. La pista la dio una imagen subida a la nube, parte de un chat de LINE donde se veía un torso de hombre y un brazo donde se podía ver parte de un borroso tatuaje, el mismo que se veía en una de las imágenes secuestradas, en la que también estaba la cara del hombre y su hija.
Entonces empezaron a buscar perfiles de tatuadores en Malargüe, donde revisaron 50 perfiles. En este caso dieron con el hombre que lucía varios tatuajes de la banda de rock y la misma musculosa de las imágenes secuestradas.
Pero el tatuaje que permitió hallar la tercera coincidencia, fue ese que se veía parcialmente y que ahora pudieron ver de forma total.
Por último, la identidad de la nena, la cuarta coincidencia, se estableció a través de dos lunares que tiene en el cuerpo y que aparecieron en las fotos y que luego fueron detectados por el Cuerpo Médico Forense durante las pericias realizadas.