Este invierno hubo una sucesión de intensos temporales sobre la cordillera que han dejado una buena acumulación de nieve, lo que alimenta la esperanza de que en la primavera que acaba de comenzar y en el verano próximo haya caudales "normales" en los ríos de San Rafael, como sucedió en la temporada agrícola anterior.
Si bien la verdadera disponibilidad de agua se sabrá a inicios de octubre cuando Irrigación difunda el pronóstico de caudales de la temporada 2024-2024, los datos del Boletín de Información Hidronivometeorológico de este viernes lo van anticipando.
En la Laguna del Atuel la altura promedio de la nieve es de un metro y el Equivalente Agua Nieve (EAN), que es la cantidad de agua líquida almacenada en la nieve, es de 568 milímetros, está muy por encima del promedio histórico de esta fecha (371 mm) y casi el doble de lo había este mismo día del año pasado (292 mm).
Y en la Laguna de Diamante la altura media de la nieve es de 88 centímetros y un EAN de 517 milímetros, también por encima del promedio histórico (349 mm), aunque un poco por debajo de lo acumulado en la misma fecha del año pasado (664 mm).
Buenas nevadas
Este año las nevadas fuertes sobre las cuencas de los ríos locales comenzaron en el mes de junio y se extendieron durante todo el invierno, incluso precipitó nieve esta semana.
Diferente fue en 2023 que los temporales grandes de nieve aparecieron relativamente "tarde", ya que se iniciaron a mediados de agosto, pero continuaron hasta incluso el mes de noviembre. Esto "salvo la ropa" a último momento y se logró una acumulación importante para que hubiera caudales similares a los históricos.
Entonces si el pronóstico de Irrigación confirma los buenos augurios, sería el segundo año consecutivo con caudales normales, algo que no se registraba en más de una década de crisis hídrica.
Por lo pronto, se logró llenar los embalses de San Rafael durante el período de corta invernal y actualmente están, en promedio, por encima del 80% de su capacidad.