Los temporales que azotaron el sector cordillerano en las últimas semanas cubrió de nieve las montañas y, lo más importante, las nacientes de los ríos sanrafaelinos donde se acumulan las reservas para dotar de agua en la siguiente temporada hídrica.
De acuerdo al Boletín de Información Hidronivometeorológica de Irrigación, en la Laguna del Atuel había a inicios de semana, último dato disponible, 1 metro 90 centímetros de nieve acumulada, mientras que en la Laguna del Diamante registraba 86 centímetros.
En la primera cuenca había un "equivalente de agua-nieve" (EAN) de 591 milímetros, un 210% por encima de la media histórica de ese día, que se ubica en 281 mm.
En tanto que en la naciente del Diamante había 267 milímetros, un 190% por encima de la media histórica diaria (141 mm).
El "equivalente agua-nieve" describe la cantidad equivalente de agua líquida almacenada en el paquete de nieve. Es decir, la columna de agua que, teóricamente, resultaría si la capa de nieve entera se derritiera instantáneamente.
No obstante, hay que ser cautos porque el invierno recién comienza y la temporada de acumulación de nieve en la cordillera se extiende hasta setiembre.
Para obtener buenos caudales en los ríos para el próximo verano se necesita que continúen las nevadas intensas en los próximos meses y que las temperaturas en la alta montaña se mantengan muy bajas para que no se derrita la nieve acumulada. Tampoco debe llover en esas zonas porque dispersa el manto blanco.
Imágenes satelitales relevan que la cordillera sureña ya se llenó de nieve