En el primer día del juicio que se lleva adelante en el Centro de Congresos y Exposiciones Alfredo Bufano que busca esclarecer la muerte y desaparición de Silvia Zulema Chávez prestaron declaración su abogada y su ex esposo Romelio Pérez.
Luego de la acusación vertida por la Fiscalía y la Querella y la presentación que hizo la defensa ante los 12 jurados populares y el juez técnico Julio Bittar, la primera en declarar en el debate fue una abogada que asesoró a Silvia Chávez en el trámite de sucesión de la vivienda que era de los padres y en el contrato de alquiler que firmó la ex enfermera con Mauricio Albornoz y Carina Dominguez que son los acusados en la causa.
Carina Dominguez
La profesional sostuvo que "Silvia se comunicaba conmigo porque temía de sus inquilinos. Decía que todo el tiempo entraba y salían personas y que eran muy ruidosos. Le recomendé trabar la puerta que daba al patio y hacer la denuncia",
La testigo aseguró también haber convocado en tres oportunidades a Mauricio Albornoz, para intimar a dejar el departamento que alquilaba. "Fue en dos oportunidades y en una no se presentó. Nunca entregó las llaves y pidió plazo para irse de la casa. Silvia no quiso acompañarme a esas reuniones porque ya había sido maltratada por Albornoz", contó ante la fiscalía, la querella y las defensas de los acusados.
Mauricio Albornoz
La abogada relató, finalmente, que cuando se enteró de que su clienta era buscada se presentó a declarar ante la justicia.
Luego se le tomó declaración a Romelio Pérez que es querellante en la causa. El ex esposo de Silvia relató que "que estuvo casado -y que no se encontraba conviviendo con la víctima al momento del hecho.
Julio Bittar
Entre otros detalles de la vida de la enfermera contó que "en el último tiempo la encontré bien de salud; no convivíamos, pero habíamos tenido un acercamiento y me dijo que me llamaría porque iba a regalarme unas cosas", dijo respecto de los últimos contactos que tuvo con su pareja.
Además, se refirió a la relación que Chávez tenía con una hermana sobre lo que aseguró: "no se querían" y detalló: "en pandemia tuvieron diferencias que llegaron a la agresión y discutían permanentemente. Supe que ella fue la primera persona que entró a la casa luego de que desapareció Silvia. Y entiendo que es quien ocupa la casa en la actualidad", detalló el hombre.
En el segundo turno de testimoniales la primera palabra en ser escuchada fue la de una cuñada de Silvia Chávez, quien dijo haber ido a la Policía cuando -junto con su hermano y pareja de la víctima- comenzaron a preocuparse por su ausencia.
"Con mi hermano empezamos a dudar; ya había pasado una semana sin novedades y había algo que no nos cerraba. La hermana de Silvia nos dijo que ella ya había realizado la denuncia y nos pidió que no intervengamos. Cuando esta hermana me vio en la Policía, se enojó y me dijo que yo venía a "meter la pata".
Una enfermera jubilada que fue compañera de trabajo de Silvia Chávez en el Hospital Schestakow habló sobre una serie de notas que dejó debajo de la puerta de la casa de la mujer durante los días en los que fue vista y contactada por última vez. "Le llamaba por teléfono y no atendía. Pasaba por su casa de día y le dejaba notas por debajo de la puerta. Antes de eso nos habíamos reunido y ella me había manifestado que quería contactarse con una abogada porque quería que sus inquilinos se fueran".
"No nos poníamos de acuerdo con la venta" La hermana de Silvia Chávez, con quien había iniciado trámites de sucesión, declaró durante la tarde de este lunes y explicó las diferencias que tenía con su hermana. "Eran siempre las mismas: no lográbamos acordar respecto a la venta de la casa. Por eso dejé de frecuentarla y nos hablábamos sólo por teléfono. Iba a su casa únicamente si ella me llamaba", dijo.
Además, explicó por qué fue la primera en entrar a la casa. "Fui a ver qué pasaba; en la Comisaría me recomendaron que hiciera una investigación entre los vecinos y allegados. Cuando entré documenté todo porque no teníamos buena relación y no quería que me acusara si faltaban cosas", dijo la hermana de la víctima que visualizó con el jurado cada uno de los videos que ella misma registró con su celular.
Además, explicó que ella misma fue investigada: "la Fiscalía se llevó dos teléfonos míos, las escrituras de la casa, vinieron con perros a mi propio domicilio", señaló.
Por último, prestó declaración un fletero que realizó la mudanza desde la vivienda en la que -en ese entonces- vivían Carina Domínguez y Mauricio Albornoz, en un departamento que le alquilaban a Silvia Chávez.
"Me contactaron para mudar a una casa que quedaba a unas 7 cuadras de distancia. Llevé muchas bolsas con ropa, cinco o seis cajones de conservas, dos ventanas nuevas de álamo", indicó el trabajador.
El juicio por Jurados continuará durante 5 jornadas hasta que se den a conocer los alegatos de las partes y la sentencia del Jurado Popular.