Este miércoles se cumplen cuatro años del inicio de la cuarentena generalizada y el médico José Emilio Muñoz recordó en visita al estudio de Vibra FM (100.3) como fue afrontar como director del hospital Schestakow el desafío histórico de contener una pandemia desconocida y de esa magnitud cuando aún se estaba acomodando en la función, ya que había asumido dos meses antes.
"No teníamos ni idea cómo iba a ser la situación, creo que nadie la tenía. Primero empezamos a recibir las normativas del Ministerio de Salud de la Nación y después eran homologadas o no por el ministerio de la provincia, donde se formó rápidamente un comité de infectología que eran los que nos daban las guías de acuerdo a las noticias y novedades que iban surgiendo con respecto a la evolución del virus".
Recordó que por en esos días se contactó con algunos médicos conocidos en Europa, donde ya estaban pasando por la primera ola de casos, para consultarlos y "lo primero que decían era que no hay nada que hacer hasta tanto haya una vacuna, el virus les va a entrar, se van a llenar de casos, lo que más tienen que hacer es cuidar al personal del hospital, que no se les caiga enfermos para no quedarse sin gente'".
Dijo que tuvieron que acomodarse rápidamente a la situación y hasta tuvieron que ir de "okupas" en las áreas nuevas que estaban aún en obra como la guardia nueva y el sector de salud mental.
Consideró que el período más difícil de la pandemia fue en la segunda ola, que se inició en abril de 2021 y se extendió hasta julio de ese año. "Para mí fue lo más catastrófico de todo, eso fue lo que nos dio más cantidad de muertos, el hospital estuvo trabajando a full las 24 horas del día, se requirió mucha internación. Además tuvimos que lidiar contra las recetas mágicas, el ibuprofeno inhalado, los recursos de amparos, varias cosas que nos volvieron locos". También "contra los ataques continuos contra el hospital, hubo oportunismo político, llegamos a pensar que querían que nosotros tuviéramos gente sin atender".
Y dentro ese lapso, el peor momento fue "el fin de semana largo del 25 de mayo que estuvimos a una cama de no tener más un lugar donde internar, ni cama común ni de terapia intensiva".
Pese a todo, aseguró que el hospital "no se colapsó" porque "colapsar es cuando no se puede dar respuestas, cuando se deja gente en la vereda y eso no ocurrió nunca".
Muñoz destacó el esfuerzo que hizo toda la gente del Schestakow porque en ese período tan difícil "pasamos de tener 240 camas a 360 en plena segunda ola" y recordó que se usaban todos los espacios posibles. "Lo que hoy es el auditorio internábamos a las parturientas que no tenían Covid, hasta que entró una paciente con Covid sin síntomas y contagió a las demás".
Era tanta la exigencia a la que estaba sometido el nosocomio, que "para dar una idea, el tanque de oxígeno en tiempos normales se recargaba una vez cada 9 o 10 días, y en esa oleada lo teníamos que cargar dos veces por día. Después se fue acomodando y logramos que nos habilitaran el anillado de cobre para unir los dos grandes tanques nuevos que están sobre Emilio Civit y la cosa que se empezó a aliviar"
Afirmó que "el hospital nunca vivió un momento tan duro como ese, la pandemia de la gripe A no fue tan grave".
Cuarentena y vacunación
Superada la tormenta y con la experiencia ganada, el ex director opinó que "nos dimos cuenta que el confinamiento eterno no servía de nada, el virus iba a entrar lo mismo, por más que confinara a la gente, no iban a hacer caso, pero con el diario del lunes es muy fácil decirlo"
Incluso "estaba esa paranoia de que no había que dejar entrar un caso como si fuera fácil, apareció ese caso sospechoso en abril en Jaime Prats y se hizo un bloqueo a todo el pueblo".
Cree que "no se puede detener el flujo de gente, aún en pequeña escala, por más barreras que se pongan, si aparece otra (pandemia) va a ser igual".
Como contracara a esto, destacó el inicio temprano de la vacunación. "Comenzamos a vacunar el 30 de diciembre del 2020, me acuerdo porque yo fui el primero en vacunarse".
También destacó que "en el hospital no tuvimos ninguna baja (del personal), si lamentablemente tuvimos que ver partir a algunos colegas que se contagiaron en otros ámbitos, nosotros éramos muy estrictos con el tema de los equipos de protección personal".