El director general de la Inspección General de Seguridad, Marcelo Puertas confirmó este jueves en San Rafael que "el arma y el chaleco secuestrados al agente penitenciario (Sebastián Bastías) detenido por tráfico de drogas no eran los provistos".
Sin embargo aclaró que "hay que determinar de quién era ese chaleco, por el estado de la numeración es difícil poder identificarlo" y agregó que "hay dos posibilidades: o alguien se lo prestó o se trata de algún chaleco que puede ser robado o denunciado como perdido".
En este contexto no descartó que "haya un cómplice que se lo haya entregado, algún miembro de la Fuerza" y confirmó que "la ropa utilizada era del agente penitenciario".
Según Puertas "podemos estar en la presencia de un acto de corrupción en el que puede estar involucrado o no otro agente penitenciario que le facilitó el chaleco porque una vez que se lo suspende al agente éste debe entregar el arma y el chaleco provistos y se le devuelven cuando de reintegra siempre y cuando lo haga en la mism función".
Informó que "si el juez Federal lo autoriza la semana que viene le vamos a hacer la indagatoria, el agente tiene todas las garantías para su defensa en el ámbito administrativo".
Dejó en claro que "el penitenciario cursaba una sanción de 60 días de suspensión por un hecho muy grave al permitir el ingreso de elementos a la Cárcel (palomeo), es la pena más dura que hay previo una cesantía" y agregó que "las pruebas son contundentes contra el agente, tiene una situación procesal muy difícil , no hay dudas de la veracidad de lo hallado en el auto incluso el procedimiento fue filmado y lo encontrado se demostró que eran drogas".