Muchas personas pasan su Navidad en forma solitaria. Otros llevan semanas angustiados porque se acerca esa fiesta donde un ser muy querido no va a estar, por primera vez. No faltan los que se estresan porque se dan cuenta que este año, no alcanza para festejar como años anteriores. Ni los que saben que la Nochebuena puede terminar mal por un familiar que es problemático, porque hay peleas, por diferencias políticas o viejos temas que salen a relucir.
En suma, muchas veces, las Fiestas no tienen nada que ver con las películas navideñas que tanto nos gusta mirar. Así como no hay nieve ni renos, no hay ese espíritu optimista y amoroso... sino más bien una sensación de que " ojalá este año termine pronto", o " es solo una excusa para festejar algo".
Si la Navidad pinta en estas condiciones, hay algunos consejos de expertos en psicología para ayudar en estos casos.
¿Qué puedes hacer para mejorar tu Navidad?
Estos son consejos basados en la evidencia científica:
- Identifica tu sentimiento: Reconoce lo que sientes y ponle nombre. No te avergüences ni te culpes por estar triste o angustiado; es normal que tengas emociones contradictorias o que no te sientas tan feliz como se espera. Acepta tu tristeza y tu enojo como parte de ti y no los reprimas ni los ignores. Intenta averiguar qué es lo que realmente te duele o te molesta y por qué. Así podrás buscar soluciones más específicas y efectivas.
- Busca el mensaje de tu emoción: Toda emoción tiene una función adaptativa, es decir, nos quiere decir algo. ¿Qué te está pidiendo? ¿Qué necesitas? ¿Qué puedes hacer para mejorar tu situación? Quizás tu emoción te está pidiendo que cuides más de ti mismo, que busques apoyo emocional, que cambies algo en tu vida, que expreses tus sentimientos, que recuerdes con cariño a los que ya no están...
A veces, una emoción nos ayuda a crecer y a madurar, otras veces nos bloquea y nos impide avanzar. Si el mensaje de tu emoción es positivo y constructivo, acéptalo y actúa en consecuencia. Si el mensaje es negativo y destructivo, recházalo y cámbialo por uno más realista y optimista.
- Presta atención a tus pensamientos: Los pensamientos influyen mucho en cómo nos sentimos y cómo actuamos. Si tienes pensamientos negativos, irracionales o catastróficos sobre lo que va a ocurrir en las Fiestas, es importante que seas consciente de lo que piensas y que lo cuestiones con evidencias y argumentos.
- Establece expectativas realistas: Gastar más de lo que se puede, pasar estas fechas con personas que no nos aprecian, imaginar que porque es Navidad muchas cosas se van a olvidar, hacer planes más allá de nuestras fuerzas y del sentido común... Aunque parezca mentira, muchas personas lo hacen y después sufren las consecuencias. Pero eso puede cambiar si realmente es necesario para nuestra salud mental.
- Se puede pasar una Navidad hermosa. Estar alejado de las personas que queremos o simplemente estar solo no tiene que ser sinónimo de una Navidad espantosa. Videollamadas, una rica cena, un paseo, un programa especial en la TV, todo es válido. Muchas veces estar tranquilo y sentirse bien con uno mismo implica dejar de lado la euforia de las Fiestas si esta no es auténtica.
También puedes participar en actividades solidarias o voluntarias que te hagan sentir útil y conectado con los demás. Existen convocatorias permanentes para voluntariados en esta época.
Estos son algunos consejos que te pueden ayudar a combatir la tristeza en navidad, pero recuerda que cada persona es diferente y que lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Lo importante es que te escuches, que respetes tus emociones y que busques lo que te haga sentir mejor. Y si ves que no puedes solo, no dudes en pedir ayuda profesional.
Fuente: Santiago Salvatori, Psicólogo, Psicología para todos.