Los presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, Martín Menem y Victoria Villarruel, decidieron aumentar un 30% el salario de los empleados del Congreso, pero también a los 329 legisladores nacionales, en una medida que decidieron mantener con muy bajo perfil.
Firmaron la paritaria de los trabajadores del Parlamento en la que se estableció que el incremento salarial acumulativo para el primer bimestre del año fue de 16% a partir del 1° de enero de 2024 y 12% desde el 1° de febrero.
La resolución, tomada el pasado 23 de febrero, establecía que era para los empleados pero no hacía referencia a los legisladores, por lo que se suponía, en un principio, que los diputados y senadores quedaban afuera del incremento salarial. Mucho más proviniendo del oficialismo de La Libertad Avanza que lleva adelante un recorte generalizado del gasto público y que promovía que el ajuste lo pague la "casta política".
De esta manera, un diputado nacional pasó de cobrar 1.567.000 pesos en enero a $1.984.000 en febrero. A esas cifras hay que sumarle el plus por desarraigo que cobran buena parte de los diputados y senadores que no son representantes de la Ciudad de Buenos Aires, los pasajes tanto de ómnibus de larga distancia como de aviones y los gastos de representación.