Una situación alarmante se reporta en Córdoba, donde la policía encontró a una mujer de entre 70 y 75 años muerta dentro del placar de su vivienda.
El hallazgo se produjo en Barrio Pueyrredón, en la calle Armenia, tras la denuncia realizada por un familiar que reside en el exterior y que no tenía noticias de la mujer desde hace una semana.
La situación se desató tras una denuncia realizada por un familiar que reside en el extranjero y que no tenía noticias de su madre.
Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con el hijo de la mujer, quien abrió la puerta y, al ser interrogado, indicó que su madre estaba en el placard. La policía procedió a investigar la situación y demorar al hombre para esclarecer los hechos.
Las investigaciones continúan para determinar la situación de la mujer y el estado de salud en el que se encuentra, así como las razones detrás de la denuncia que alertó a la policía.
Una vecina comentó en diálogo con Cadena 3 sobre la problemática que había enfrentado la víctima: "Todo el barrio lo conoce, todos hemos tenido problemas con él por salvar a su mamá. Ella se cruzaba mi negocio cada vez que tenía problemas con el hijo a pedirme auxilio, porque él le pegaba".
La vecina relata que la mujer sufría abusos físicos y económicos por parte de su hijo, quien le robaba las tarjetas de crédito y de débito de su jubilación. "La señora venía acá y me lo contaba que su hijo quería sacarle la plata", afirmó la vecina. Además reveló que hace ocho meses realizó una denuncia por violencia familiar, tras ser solicitada por la mujer: "Ella se acercó acá, me pidió que la ayudara, que el hijo no la dejaba salir de su domicilio".
La denuncia fue tomada y se inició una investigación que no avanzó de manera significativa. "Hace 30 días lo volvieron a denunciar, no fui yo, no sé quién fue, se lo llevaron detenido porque le había golpeado la cara muy fuerte", añadió.
"Cuando entran al domicilio, se encuentran con el olor nauseabundo y se dan con que la señora estaba así entre siete y diez días dentro del placar", concluyó la vecina.