El ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, habló por televisión después de varios días en que arreciaron las críticas por su ausencia de la escena pública ante el mayor brote de dengue que atraviesa el país.
Principalmente se le cuestionaba que no se le conocía la voz en estos momentos de la epidemia y se le achaca "inacción" ante los aumentos de los casos de la enfermedad.
Para el funcionario, los cuestionamientos son parte de presiones de los laboratorios por la vacuna contra el dengue. "Se me criticó mucho, pero en esto quiero ser claro: la salud no escapa a la realidad nacional. Quiero ser claro con esto". Y añadió que "¿a usted no le llama la atención que hace cuatro días que estoy en cadena nacional, desde las 7 am hasta las 23? Porque aprietan. Aprietan los laboratorios, aprieta la casta".
Para defenderse de que no sale a hablar, recordó que "el gobierno anterior hacía conferencias con infectólogos y un payaso" y agregó que "podrán estar en desacuerdo con cómo comunicamos, pero el boletín epidemiológico está consolidado y se publica semana por semana".
En otro pasaje de la entrevista, Russo se desligó sobre la contención de la epidemia y pasó la pelota a las provincias: "Nosotros podemos ejercer la rectoría y planificación estratégica de salud pública como el tratamiento del dengue, y las provincias y los gobernadores deben entender que es su responsabilidad llevar adelante las políticas públicas".
También dijo que "nosotros no creemos que el Ministerio de Salud de la Nación es un supermercado para mandarles productos a los gobernadores, a los intendentes y a los ministros de Salud de cada una de las regiones, porque así funcionaba".
Por último, el ministro ratificó que la vacuna del dengue no será incluida en el programa nacional de inmunización.