Un corazón lleno de grasa, hasta tres litros de agua en el abdomen y signos de una larga agonía. Estas tres cuestiones, entre muchas otras, fueron relevadas este jueves en la sexta audiencia del juicio por la muerte de Maradona, cuando los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren expusieron por primera vez los detalles de la autopsia que le practicaron a Diego el 25 de noviembre de 2020.
La autopsia determinó que Diego Maradona murió a causa de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada y una miocardiopatía dilatada", dijeron los peritos durante el debate.
Los jueces que llevan adelante el debate oral.
Sin embargo, el análisis del cuerpo determinó cómo estaban los órganos del astro del fútbol mundial al morir: según el perito Cassinelli, la mayoría de ellos pesaban casi el doble de los de una persona adulta.
"El examen empezó por la cabeza. Tenía la masa encefálica muy congestiva, edematosa, a causa de agua. Pesaba más de lo que pesa un cerebro normal. Luego el cuello: en las cavidades pleurales encontramos líquido, medio litro aproximado en cada uno. Es decir, que los pulmones estaban bien turgentes, con peso aumentado. Estaban llenos de agua", aseguró el profesional.
Según su testimonio, el agua se pudo haber acumulado en su cuerpo a causa de la miocarditis y la cirrosis que Maradona padecía. Sin embargo, la cantidad que había en su cuerpo "no se pudo haber formado de un día para el otro".
Leopoldo Luque uno de los imputados.
"Esto viene formándose de a poco y con el tiempo. Pudo haber sido desde que se externó hasta que falleció. No aparece ni en un día, ni en dos, ni en tres, esto es algo que viene progresando. Por lo menos 10 días", aseguró Cassinelli.
"Los pulmones pesaban entre los dos un kilo cien aproximadamente. Son 170 gramos más que un pulmón normal de un adulto. Tenía un edema agudo de pulmón", continuó detallando el perito.
Luego se refirió al corazón de Maradona y confirmó un dato clave para el juicio: dijo que el paciente habría sufrido una larga agonía antes de fallecer, el cual pudo haber comenzado hasta 12 horas antes.
"El corazón pesaba 503 gramos, el doble que un peso normal para una persona adulta. Tenía todo grasa en las paredes. El aumento del peso se debe a que estaba gordo, a que tenía mucha grasa y que estaba dilatado. Tenía una miocardiopatía dilatada", explicó el forense.
"En el corazón había coágulo cruórico que significa agonía. El paciente tuvo una muerte y estuvo en agonía. Esos coágulos solo aparecen en ese caso. Son de color rojizo", remarcó el testigo.
El doctor Casinelli coincidió: "Maradona no habría tenido controles por lo menos a partir de las 00:30 del 25 de noviembre. Podría haber estado 12 horas en agonía".
La impactante foto del cuerpo de Maradona
Sobre el resto de los órganos, los testigos hicieron hincapié en el desgaste que tenían: "Tenía los riñones aumentados de tamaño. Macroscópicamente, eran riñones enfermos, y tenía hasta tres litros de líquido en el abdomen".
Los dos expertos y practicantes de la autopsia de Maradona remarcaron que el Diez no murió de manera súbita y que su cuadro pudo haberse tratado si lo alertaban a tiempo.
"No era un paciente para estar en un domicilio. Para tratarlo habría que internarlo", respondió Casinelli a una de las preguntas de los abogados.
La hora de la muerte
Ambos peritos remarcaron que no existe una forma exacta para saber el momento exacto de la muerte de un paciente, aunque sí detallaron qué signos se tienen en cuenta para llegar a un horario aproximado.
La autopsia se realizó a las 19 horas de ese 25 de noviembre. Para ese entonces, según los testigos, el cuerpo de Maradona tenía rigidez tanto en la mandíbula como en una de sus piernas y los miembros superiores.
Además, las córneas de sus ojos ya estaban "bien opacas" y tenía manchas cadavéricas, que ya habían sido constatadas cuando fue hallado muerto en su casa.
"Todo eso nos aumentó el rango de la muerte y nos da que pudo haber sido desde las 9 de la mañana y hasta la 12 del mediodía. Esa sería la posible hora de la defunción", concluyeron los forenses.