Continúa la polémica por la insistencia de representantes e inspectores de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) y de AADI CAPIF (Asociación de Derechos Intelectuales de Productores Fonográficos) de seguir cobrando los derechos de reproducción a las personas que organizan un casamiento o un cumpleaños de 15, a pesar del decreto presidencial que exime de este pago.
Los salones de eventos han quedado en el medio y se ven obligados a cobrarles a las personas que los contratan por exigencia de esas entidades.
Debido a esto, representantes de la Federación Argentina de la Industria de Eventos, de la Asociación de Salones de Fiestas de Mendoza y de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza se reunieron este martes con los diputados provinciales Gustavo Cairo (La Libertad Avanza), Gisela Valdez (UCR) y Enrique Thomas (Pro Libertad) para exponerle esta situación.
Ante ello, se decidió impulsar en la Legislatura un proyecto de declaración para aclarar los alcances del decreto presidencial.
Cairo aseguró en diálogo con Vibra FM (100.3) que "el decreto 765 de agosto pasado interpreta la ley de los derechos de autor y establece que los eventos privados como cumpleaños, casamientos o fiesta de egresados no deben pagar a SADAIC ni AADI CAPIF, que cobran los derechos de autor o de intérpretes".
Consideró que "todavía hay bastante confusión y por eso nosotros queremos aclarar la situación a través de una resolución en la provincia y difundirlo ampliamente para que no vayan a cobrar a los que no tienen que pagar esos derechos".
Afirmó que las personas que organicen eventos privados no tienen que pagar esos derechos ni siquiera por adelantado y por eso quieren difundir estas aclaraciones entre los municipios y las fiscalías "porque nadie tiene que ir a cobrar algo que no le corresponde".
El diputado recordó que "el gobierno nacional aclaró en qué eventos pueden cobrar. Solamente lo pueden hacer donde hay un acceso libre y masivo de personas, por ejemplo un boliche en el que ingresa cualquiera que pague la entrada, lo que es considerado un evento público. En cambio si alguien se va a casar e invita a cien personas determinadas, eso es un evento privado, ya sea que lo realice en la casa o en un salón alquilado".