Cargando...El Senado provincial acaba de convertir en ley el proyecto del gobierno provincial de disolver el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) y pasar sus funciones y estructura a Irrigación con el fin de achicar gastos y ser más eficientes, según los argumentos oficiales vertidos para justificar este cambio.
Para Gabriel Pradines, senador provincial del bloque La Unión Mendocina, "es solamente un cambio de nombre y una transferencia de caja, los 1.400 millones que recauda el EPAS lo va a pasar a recaudar Irrigación".
En ese sentido, argumentó en diálogo con Vibra FM (100.3) que "cuando un gobierno pretende eliminar un organismo estatal busca tres objetivos, dejar de cobrar un impuesto o tasa que sostenía ese ente, eliminar burocracia si es que generaba algún problema burocrático con el privado o bajar la carga de empleados públicos para achicar el gasto".
El Senado le dio sanción definitiva a ley de disolución del EPAS.
Aseguró que "en este caso no sucede ninguna de las tres cosas, porque la tasa se sigue cobrando igual, el esquema burocrático no cambia y no se despide a ningún empleado, lo que hicieron es un cambio de nombre. Y lo más importante es un movimiento de cajas, ahora esa caja la va a manejar Irrigación. Es la nada misma".
El legislador recordó que junto con otros pares de la oposición propusieron una alternativa para que el EPAS lo maneje la Subsecretaría de Ambiente y que la tasa de servicios no se cobre, entre otros cambios, pero dijo que no fue aceptado por el oficialismo.
Problema de base
Pradines consideró que el gran error conceptual es que el EPAS tiene que controlar a Aysam, que es la operadora de agua más grande de la provincia y es estatal. "Entonces el EPAS tiene que controlar a su ‘primo hermano' porque los dos son estatales pero el mejor funcionamiento de Aysam hay que reclamarlo al gobierno provincial. Es que el gobernador nombra al presidente del EPAS y al presidente de Aysam, ambos son del mismo equipo político. Es el gran error conceptual que hay".
