El gobierno provincial está decidido a impulsar la minería en Malargüe, donde considera que existe "licencia social" para desarrollarla, y para lo cual lleva adelante una serie de iniciativas.
Y para ello, este martes la Legislatura aprobó el nuevo Código de Procedimientos Mineros, que reemplaza al antiguo código del año 1945, para facilitar la apertura de nuevas minas o reactivar las que alguna vez estuvieron en producción.
A ello se suma la creación de "Distrito Minero Occidental Malargüe", una zona de 20.000 kilómetros cuadrados con un gran potencial de minerales, especialmente cobre: Y la búsqueda de inversores en recientes ferias mineras en Canadá y Australia, donde viajaron el gobernador Alfredo Cornejo y la vice Hebe Casado, respectivamente.
Proyectos iniciados
Pero previo a estas medidas, ya se habían dado los primeros pasos en cuatro proyectos de cobre, uno de hierro y el ya conocido de sales de potasio, todos en territorio malargüino.
Cerro Amarillo: está en etapa de exploración, es decir se están haciendo perforaciones para saber la cantidad de cobre que contiene el yacimiento y determinar si es viable económicamente iniciar la extracción. Aseguran que, en caso de poner en producción esta mina, no se usaría los elementos químicos que prohíbe la Ley 7722.
Hierro Indio: es una vieja mina de hierro explotada hasta la década de 1970 que se busca reactivar y para lo cual también está en etapa de exploración. En setiembre pasado se determinó que en el área explorada hasta ese momento existen al menos 5 millones de toneladas de hierro metálico. También cumpliría las exigencias de la 7722.
El Burrero, Las Choicas y La Adriana son yacimientos de cobre que busca desarrollar la empresa Geometales. Ya obtuvo aprobación de la Legislatura y planea hacer exploración en los dos primeros (23 y 17 perforaciones, respectivamente) y en el restante trabajos de prospección (exploración del subsuelo).
Potasio Río Colorado: A diferencia de los anteriores proyectos donde se buscan extraer minerales metálicos, esta es una enorme mina de sales de potasio cuya infraestructura fue construida originalmente por la empresa brasileña Vale que abandonó en 2013 por el cambio del contexto económico del país y la baja del precio internacional del mineral.
El gobierno se la concesionó en setiembre pasado al consorcio de las empresas ARG (brasileña) y Minera Aguilar SA (argentina) para su reactivación aunque en un tamaño menor. Calculan que emplearán 1.500 personas en la construcción de lo que falta erigir y otros 500 en la fase de producción.