Marruecos dio el primer gran paso para convertirse en sede de la final del Mundial de fútbol 2030. En las afueras de Casablanca, ya comenzó la construcción del Gran Estadio Hassan II, un imponente coloso diseñado para albergar a 115.000 espectadores y que se perfila como el más grande del mundo.
Las obras avanzan en un terreno de 138 hectáreas rodeado de bosque, donde se lleva adelante la primera fase del proyecto: excavación y nivelación del suelo. Con maquinaria pesada en acción y un equipo especializado en impacto ambiental, Marruecos apuesta por una infraestructura de primer nivel sin descuidar la sostenibilidad.
El Gran Estadio Hassan II no será solo un escenario para partidos de fútbol. Se trata de un complejo multifuncional con hoteles, un centro comercial, jardines y una estación de tren de alta velocidad a pocos metros. También contará con el IBC (Centro Internacional de Prensa), diseñado para recibir a los medios de todo el mundo durante la Copa del Mundo.
El proyecto rinde homenaje a la identidad marroquí con una arquitectura basada en la moussem, la tradicional carpa comunitaria del país.
Un diseño inspirado en la cultura marroquí
El proyecto, a cargo de los estudios Oualalou + Choi y Populous, rinde homenaje a la identidad marroquí con una arquitectura basada en la moussem, la tradicional carpa comunitaria del país. La cobertura del estadio estará hecha de aluminio y se extenderá más allá del campo de juego, abarcando los accesos y espacios exteriores.