Terminar el año es como terminar el día. Es cerrar los ojos para permitirnos descansar y empezar de nuevo cuando despertamos.
Hemos vivido 365 días. Hemos transitado cuatro estaciones. Hemos trabajado para alimentarnos y también nos esforzamos para estar mejor.
Hemos aprendido de la vida y hemos comprendido de la muerte.
Hemos leído y sentido que el mundo está "patas para arriba". Que hay guerras, que hay odios y que hay realidades que no comprendemos.
Hemos sentido amor y hemos padecido dolor. Aceptación y rechazo.
Hemos errado en acciones y decisiones y a veces, hemos seguido el instinto y nos ha ido de maravillas.
Hemos vivido, porque vivir es justamente eso. Transitar. Ir. Avanzar. Evaluar. Creer. Intentar. Confiar. Sufrir. Sentir. Caer. Vivir es seguir. Porque mientras vivimos, el año pasa y nosotros seguimos... aunque nos cueste.
Eduardo Galeano dice que "cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos..."
Vivir es transitar. Seguir. Avanzar.
Vivir es aprender, conocer, intentar.
Vivir es perdonar, perdonarnos y continuar.
Terminamos un año. Fue un buen año porque lo vivimos, porque lo aprendimos, lo sentimos y también lo padecimos.
Fue un año de locura y de paz. De odios y de amor. De encuentros y partidas. De pasiones y despechos. Pero fue... y eso nos permite seguir soñando un año mejor para el 2025.
Que la vida sea vida y que el amor sea semilla para entender, perdonar, sentir y avanzar los 365 días del año que llega.