Cargando...Darnos cuenta de cómo vemos la vida es la clave para saber que estamos vivos y que somos importantes.
Pensamos, es inevitable y necesario. Pensar para actuar, para crear, para creer y sobre todo para vivir de la mejor manera. Elucubramos juicios sobre la salud, el amor, la comida, la naturaleza; algunos son buenos, otros no tanto y hay muchos que sería mejor sacarlos de la cabeza porque se enquistan en nuestra alma.
Los pensamientos nos acercan al Universo, pero fundamentalmente nos arrastran a nosotros mismos, a lo que somos y a lo que queremos ser. Nos aportan la energía para construir la prosperidad, para descubrir la gente fundamental en nuestra historia. Nos enfrentan con el lado feo que todos tenemos y que ocupa gran parte de esos pensamientos.
Somos dueños de las luces y las sombras de nuestras ideas, de cultivarlas o de cambiarlas, de tener el coraje o la cobardía de enfrentar la vida con una nueva mirada que reconozca que somos perfectos aún en la imperfección y que, del amor que nos tengamos, nacerá ese brillo especial que hará de nuestra vida un pensamiento inolvidable.
