Cargando...Miguel Ángel Jiménez Alcaina (63) es un escritor sanrafaelino que vuelve a su tierra para presentar uno de sus libros más preciados como es "Así habla Mendoza" en el ECA Sur "Enrique Sobisch" este viernes 20, a las 19:30 con entrada libre y gratuita.
A poco de llegar de La Plata, donde reside desde que terminó de cursar el secundario en el antiguo Colegio Nacional, nos contó que está retirado del Servicio Penitenciario Bonaerense, actualmente abocado a escribir y al deporte pedal y que disfruta de la lectura de historia y geografía.
¿Cuándo comenzaste a escribir?
Comencé a escribir hacen unos quince años. Lo primero fue una poesía a mí hija cuando quedó embarazada de mi nieto. Luego de eso hice algunos borradores que posteriormente, dieron lugar a mi primer libro que se llama, "Corazones Cautivos", Historias Vivas de la Cárceles Bonaerenses. Trata sobre hechos sucedidos en diversas unidades carcelarias, con diversidad de épocas. Son hechos verídicos, la mayoría experiencias personales y están redactados en el estilo de cuentos cortos. Los de escribir tiene bastante de herencia familiar, ya que mi papá esporádicamente nos sorprendía con alguna ingeniosa poesía. Pero el verdadero talento era el de mí bisabuelo paterno, un español de Andalucía que poseía el don de improvisar versos al estilo juglar. A él le dediqué mí debut literario.
¿Qué te inspira?
La inspiración pasa por momentos de sensaciones que me costó identificar, porque en ocasiones sentía cosas que dejaba para luego y después cuando pretendía darle forma a esa sensación, no había manera de plasmarlo porque ya no podía hilvanarlo. Hasta que descubrí que el momento de escribir, coincidía con la ocasión de ese estímulo interior. A veces la inspiración viene espontáneamente por situaciones que la desencadenan, puede ser un paisaje, un lugar, alguna persona especial, un animal doméstico, pero fundamentalmente, el silencio suele impulsar ese cúmulo de imágenes que pasan por la mente y el corazón. Pero el común denominador de las mejores poesías que me han brotado, es el amor.
Contanos sobre el libro...
El libro de llama en título principal, "Así Habla Mendoza" y como secundario, "Igual que el otoño, su lengua es única". Fue editado por la Editorial Dunken en la ciudad de Buenos Aires. Consta de ciento veinte páginas, que contienen trescientos vocablos y casi cien dichos de la región. El prólogo lo hizo un compañero de la escuela secundaria, arquitecto, residente en Malargüe y que está muy vinculado al quehacer de los crianceros del sur mendocino y zona de influencia. En él narra de manera muy sentida, la dureza de las tareas rurales en zonas áridas y de montaña, movidos por el amor a la tierra y movilizados por la fe. A ese prólogo le he correspondido con una poesía al pie, que se llama, "Corazón y Vegas".
¿Cómo surgió la idea de este libro?
Es una suma de cosas, todas asociadas con mis algo más de cuarenta años de desarraigo y que cuando hablo, me siguen preguntando, "¿de dónde sos?", pero más que nada, está asociado al orgullo que tenemos los mendocinos por nuestro lugar. A mis amigos y conocidos siempre les recomendaba que conozcan Mendoza, la mejor provincia del país. Esto provocó que hubiera un factor común, los que me hicieron caso y vinieron, volvían con palabras típicas que les habían causado gracia y sorpresa a la vez, como "donde topa la calle" o "metete que está pandito". También era común la pregunta, "¿cómo le dicen ustedes a las tortas fritas?". Eso hizo que un día comenzara a anotar palabras en un cuaderno a lo que titulé, "Menducadas" y así fui sumando con el tiempo y la investigación, una cantidad que un día consideré que podría llegar a hacer un libro.
¿Cómo hablamos los mendocinos?
El mendocino es pausado en sus expresiones, no pronuncia las "eses" como tales al final de las palabras o antes de las consonantes, sino como una especie de jota aspirada. Por ejemplo, "¿cómo andaj" a lo que podría corresponderle está respuesta, " maj o menoj". También es muy común la expresión, "callaaate", alargando la segunda a) ante una situación que sorprende o es exagerada y carente de veracidad. A eso podemos sumar las palabras típicas que derivan de la secular mezcla del castellano antiguo, con las lenguas de las tribus regionales, el "Mapudungún". Cómo último detalle te diría, que los mendocinos no meriendan, sino que toman "la mediatarde".
¿Qué significa presentar el libro en tu tierra?
Es una caricia al alma, algo que no imaginé y que de pronto se presentó como una chance impensada de homenajear al lugar donde nací y que me llena de orgullo. Reitero que el mendocino a pesar de ser algo parco en general, tiene un arraigo muy poderoso y considero que a veces no es consciente de ese valor. Luego del prólogo del libro "Así Habla Mendoza", cito al folclorista mendocino Jorge Marziali y una frase más que elocuente, "yo soy nacido en Mendoza, donde según mi entender, en los comienzos del mundo, vivió Adán con su mujer". Un claro homenaje al lugar que está asociado al paraíso. Ciertamente, la naturaleza se esmeró en nuestra región.
¿Qué respuesta has tenido hasta el momento?
La aceptación ha sido muy buena y ya me ha recompensado largamente en satisfacciones. Mucha gente se sorprendió al verlo materializado, entre los que me incluyo, porque te siete años de investigación y recopilación de datos, en mayo de este año lo pude presentar en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
¿Tenés algún nuevo proyecto literario?
¡Sí! Un libro de poesías y estoy terminando una novela que comenzó como una historia de amor juvenil, pero que ha ido mutando y ahora tiene más características de thriller, porque se ha ido incorporando el suspenso, la violencia y un poco de erotismo, pero sin dejar de lado la idea inicial.
¿Dónde se puede adquirir Así habla Mendoza?
En San Rafael lo he direccionado para el sector turístico y ya está en algunas bodegas como La Abeja y Alfredo Roca, además en la librería Tienda 1922. Además, se puede adquirir por internet en la plataforma de la editorial Dunken y a través de las plataformas Google books y Amazon Kindle, o el día de la presentación en el ECA.
