Cargando...No se puede parar el viento, pero sí buscar el modo de aprovecharlo. A lo largo de la vida nos enfrentamos a miles de situaciones "ventosas" que no podemos evitar; llegan, nos despeinan, nos ensucian, nos alteran, nos impiden ver claramente y otras veces nos arrastran hacia donde no deseamos ir.
Las adversidades en la vida son como el viento. Una fuerza que nos impele a recorrer espacios tormentosos en los cuales perdemos el poder y la autoridad. Esas son las desgracias que nos impiden ser felices o alcanzar una meta.
No podemos evitar la tempestad, pero podemos aprender para sacar fuerzas del dolor, de la enfermedad, de un fracaso, de aquello que pensamos que nunca podía sucedernos para volver a salir y seguir viviendo.
Todos llevamos un héroe en nuestro interior que genera los recursos para superar los obstáculos y vislumbrar a través de las sombras el comienzo de un nuevo día. En la psicología se llama "resiliencia" a esa fuerza que sale de las entrañas y nos guía por el sendero seguro.
No se puede evitar que nos pasen cosas desagradables, lo que sí podemos es potenciar nuestra esencia divina para superarlas. Todos somos capaces de contar una historia con final feliz. Los héroes lloran, gritan, conocen sus limitaciones, pero aprovechan sus dones para lograr los éxitos.
Seamos héroes en nuestra vida, sepamos reconstruirnos y reconquistarnos porque desde nosotros están todas las opciones para mirar la vida a pesar del viento.
