Memorias del Alma: Es tiempo de dar de nuevo
Un día cualquiera nos miramos fijos en el espejo y nos vemos de verdad
Observamos qué somos, cómo estamos, en quienes nos convertimos. Evaluamos el brillo en la mirada, la palabra de aliento para empezar el día o el reclamo por tener que transitarlo.
Ese día, cuando nos encontramos frente a nuestros espejos cotidianos y nos contemplamos sin piedad nos descubrimos, porque -por un momento- no permitimos que avancen las mentiras, ni las piedades, ni los lamentos.
Sin excusas examinamos los pasados, el presente y los futuros. Nos descubrimos en nuestras parejas o en las desparejas. En los hijos amados y a veces olvidados. En los viejos que nos dejaron la herencia que tantas veces cargamos en silencio. Las faenas que nos gustan y las que detestamos. Nos vemos con el dinero y sin el.
Desnudos, ante uno mismo, entendemos que es el tiempo del perdón.
Que es momento de barajar y dar de nuevo. No de perder el juego, sino de probar otra vuelta. Una donde podamos sentir que la sonrisa no es extraña: que el abrazo es un siempre; que la mano extendida es la respuesta a la que se ofrece para darnos.
Dar de nuevo para reaprendernos, para amarnos, para elegirnos y sobre todo para comprender el sentido exacto de la vida.
En ese momento, entendemos que el "hasta aquí "sirvió para encontrarnos y que el "desde aquí" indicará el comienzo de un nuevo tiempo en la vida.