El obispo alertó del riesgo de "obsesionarse porque los números cierren"
Monseñor Carlos María Domínguez habló en su homilía sobre la libertad mal ejercida e instó a ver el rostro humano detrás de las estadísticas.
El obispo de San Rafael celebró el Tedeum en la Catedral local por el nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia y en su mensaje advirtió sobre la libertad mal entendida y sus excesos.
Monseñor Carlos María Domínguez dijo ante los presentes, entre los que estaban el intendente Omar Félix y la vicegobernadora Hebe Casado que "la Palabra de Dios que ilumina esta fiesta nos invita a superar las esclavitudes personales y sociales para vivir nuestro llamado a la libertad".
Agregó que "esa libertad no puede ser un pretexto para que cada uno haga lo que quiera, porque dejaría de ser libertad para convertirse en libertinaje; sino que debe ser ejercida en el servicio de unos a otros por amor. Una libertad mal usada termina por destruir al individuo y a la sociedad".
Habló que "celebrar la Independencia es comprometerse a ir afianzándola cotidianamente y redoblar nuestro empeño por romper las cadenas que aún nos esclavizan y no nos dejan ser completamente libres".
En otro pasaje de su mensaje, expresó que "la primacía del pragmatismo de los números -como dice el Papa Francisco- es una cadena que nos esclaviza" y alertó que "obsesionarse porque los números ‘cierren' nos pueden hacer olvidar que, detrás de los porcentajes, hay rostros e historias de hermanos que sufren".
Añadió que "no podemos ser ingenuos ni engañarnos que en un país en el que más de la mitad de sus ciudadanos viven en la pobreza; cuando diariamente hay nuevos pobres, los pobres son más pobres y hay cada vez más desigualdades; que tienen hambre porque los alimentos no llegan a todos; porque muchos se encuentran en la disyuntiva de elegir comer o comprar un medicamento porque el sueldo no alcanza para todo; en donde muchos viven la angustia de la precariedad de sus puestos de trabajo; la palabra ‘independencia' se convierte en un concepto despojado de contenido".
Concluyó que "no es la mirada confrontativa ni el echarnos culpas lo que nos hará independientes. Tampoco el ‘tirar la pelota al campo del adversario', ni evadir la realidad, ni mucho menos abordarlas con una mirada sesgada por una ideología. Sólo la verdad, como nos decía Jesús, nos hará libres y nos proporcionará los valores e instrumentos para la transformación integral de nuestra Patria".