Dólares "cara chica": el Central extiende la fecha para cambiar los billetes viejos
La autoridad monetaria aceptará billetes viejos de parte de los bancos para enviarlos a su destrucción en EEUU. Pero las entidades financieras no están obligadas a recibirlos. El esquema es de adhesión voluntaria
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) extenderá por tres meses la ventana que tienen los argentinos para cambiar sus dólares de emisiones antiguas -conocidos como "cara chica"- o que se encuentren levemente dañados a través de sus bancos y sin ningún costo asociado. De todos modos, las entidades no están obligadas a recibirlos y su adhesión es voluntaria, por lo que dependerá de cada caso particular. Un viejo problema que enfrentan los ahorristas en la Argentina es la costumbre de las financieras y "cuevas" de pagar menos por este tipo de billetes. Hasta el momento, sólo adhirieron el Santander, el Banco Nación y algunos bancos provinciales.
El BCRA había lanzado en agosto la Comunicación A 8079 en la que quedaba abierta hasta el 31 de diciembre la posibilidad de depositar las tenencias de los dólares cara chica para , días o semanas más tarde, poder retirar las ediciones más recientes. En la autoridad monetaria adelantaron a Infobae que en las próximas horas ese plazo será extendido hasta el 31 de marzo.
La medida había tenido lugar en el marco del blanqueo de capitales que impulsó el Gobierno, aunque no estaba supeditado exclusivamente a quienes exteriorizaron. Claro que, si no esas tenencias no estaban declaradas, debían incluirlos en la primera etapa del régimen que finalizó el 8 de noviembre.
Estrictamente, el BCRA dejará abierta por más tiempo la posibilidad de recibir depósitos de billetes dólares estadounidenses por parte de las entidades financieras en la autoridad monetaria, para su envío a los Estados Unidos. Esto no es habitual: el BCRA les provee dólares a los bancos, pero no tomaba dólares de ellos hasta la iniciativa lanzada en agosto.
Este servicio de recibir dólares en depósito, hasta ahora, era prestado por bancos internacionales privados y tenía un costo. Hasta el 31 de marzo, no tendrá costo para las entidades. La autoridad monetaria se va a encargar de la exportación de esos billetes a EEUU, la entrega a la Reserva Federal para su destrucción y la importación de nuevos billetes para su reemplazo.
En el mercado cambiario informal de la City porteña, desde hace años existe una diferenciación entre las distintas emisiones de billetes de dólar. En este ámbito, tanto las financieras como sus clientes tienden a preferir los modelos más recientes, dejando de lado los más antiguos. En la jerga del sector, los billetes discriminados son aquellos emitidos en los Estados Unidos hasta 1996. Estas versiones presentan un diseño donde la efigie de Benjamin Franklin en los billetes de USD 100 se encuentra dentro de un marco ovalado, además de ser ligeramente más pequeños en dimensiones comparados con las ediciones posteriores.
En este mercado informal, incluyendo las conocidas "cuevas" y los "arbolitos", los billetes cara chica suelen tener un descuento variable al momento de ser aceptados. Este oscila entre el 1% y el 3%, lo que equivale a una diferencia de 10 a 40 pesos por dólar, dependiendo de la oferta y la demanda del momento.
Sin embargo, esta diferencia de valor carece de un fundamento real y responde más a las preferencias de los compradores o al oportunismo de los cambistas. Todos los billetes de dólar emitidos por los Estados Unidos, sin importar el año de su emisión, son de curso legal. Las ediciones anteriores, como los billetes de USD 100 del diseño antiguo, continúan circulando con plena normalidad y son aceptados sin restricciones en los comercios de los Estados Unidos.
Cómo cambiar los cara chica
La comunicación A 8079 dice que los bancos podrán recibir los billetes de sus clientes, así sean de ediciones antiguas o estén dañados (razonablemente). Es clave que "podrán", la norma es voluntaria, por lo que no están obligados a recibirlos. En el BCRA destacaron la adhesión del Banco Nación, el Santander y entidades provinciales, entre otras más pequeñas.
Según fuentes de la autoridad monetaria, el sistema está detrás de la iniciativa. "En los hechos, los bancos internacionales ya los recibían y hacían su propio trabajo de enviar a esos billetes a su destrucción en la Reserva Federal. Esto está pensado para bancos de capital local, a los que les costaba mucho hacerlo, y bancos públicos, que directamente se negaban", dijo a Infobae una fuente al tanto de la operatoria.
Entonces, el mecanismo que estará abierto para los ahorristas hasta el 31 de marzo próximo requerirá, primero, una consulta al banco del que se sea cliente para cerciorarse de que se adhirió al mecanismo. En caso de que no, los bancos públicos más grandes tenderán a formar parte del proceso, así que son un buen reemplazo en caso de una negativa.
El segundo paso es, apenas, depositarlos por ventanilla. Los billetes no sufrirán mayor escrutinio que el de chequear que no sean falsos y, en caso de que estén dañados, si alcanzan el nivel de integridad que exige la Reserva Federal de los EEUU para reemplazarlos (típicamente, no se puede depositar el 40% de un billete roto, por dar un ejemplo). Superado eso, el depósito se concreta.
Tercero, se tendrá la opción de dejarlos depositados en el sistema bancario o de retirarlos. Claro que cada banco fijará plazos y formas para esto último.
Un cuarto paso, específico para quienes no tengan declarados los dólares cara chica que buscan depositar, era blanquear ese dinero. Lógicamente, la opción de cambiar billetes viejos estará abierta para todos, pero depositar dinero no declarado en un banco requerirá siempre declararlo.