Corre siempre
Memorias del Alma | por Susana Platero
Corre y juega cada vez que tengas ganas, a tu modo y tu tiempo. Corre como si el reloj fuera solo una excusa que quiere marcar el tiempo de las canas y las arrugas.
Corre porque la vida es un juego que tiene un punto de largada y la meta siempre va a estar tan adelante como quieras levantar la mirada y la esperanza.
Corre porque jugando la risa fluye fácilmente y las lágrimas se secan con el nuevo paso del camino.
Corre porque sin importar lo que digan los demás siempre podemos ser parte de la carrera de otros y de la nuestra.
La vida no es una competencia para llegar más lejos o tener el mejor tiempo, o blandir el estandarte de un espónsor, siempre hay tiempo en la carrera para mirar atrás y ver el camino recorrido y respirar fuerte para seguir el trecho que queda hasta el próximo descanso.
Correr es un acto de impulso, de vitalidad, de entusiasmo, de amor propio, de sentido común, de risas que acompañan y de abrazos que fortalecen.
Las mujeres tenemos que correr. pero también podemos descansar, amar, disfrutar, serenarnos, elegir nuestro recorrido, sentirnos fuertes y capaces y sobre todo seguras de que sin importar donde está la bandera de llegada, el camino tuvo todo lo que elegimos para ser más plenas, más seguras y sobre todo más felices.