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Como en "La Purga" Trump propuso permitir "un día realmente violento"

En un acto de campaña en Pensilvania, el candidato republicano formuló una curiosa solución a la ola de violencia que registra el país norteamericano

Tanto la candidata demócrata, Kamala Harris, como el republicano Donald Trump, se encuentran en el sprint final de cara a las elecciones en Estados Unidos que prometen ser muy parejas. Con el tiempo corriendo, la cantidad de propuestas se torna casi infinita y las formas de convencer a los votantes son múltiples. En esta ocasión, el expresidente planteó la posibilidad de que haya un día designado en el que la Policía le de curso libre a la violencia.

La polémica propuesta de Trump tuvo lugar en un acto organizado en Pensilvania, un estado clave de cara a las elecciones, donde instó a las fuerzas de seguridad a que llevaran a cabo una represión "violenta" como antídoto para la crecida de la delincuencia en Estados Unidos.

La explicación de esta idea es que a los delincuentes "hay que enseñarles". De este modo, dijo: "Si tuviéramos un día realmente violento, si Mike Kelly (el congresista republicano) estuviera a cargo por un día, Kelly no diría 'no los toquen' ni 'dejen que los asalten'..." a los delincuentes.

Y continuó: "Una hora dura, y quiero decir, realmente severa, se correría la voz y se terminaría el problema inmediatamente". Al terminar su enunciación, el magnate recibió una amplia ovación de su electorado, que celebró la propuesta.

Según comentaron los usuarios en las redes sociales, el discurso es comparable con lo que propone la película de terror La purga (2013), en la que el Gobierno estadounidense autoriza un día al año en el que el delito no es punible, por lo que toda la población tiene rienda suelta para cometer todo tipo de crímenes sin consecuencias.

La disputa por 7 estados clave en Estados Unidos

Pensilvania, el estado donde Donald Trump elaboró el polémico discurso, es considerado el estado más importante por cantidad de electores de un total de siete estados que no tienen preferencias marcadas y que es factible que decidan el rumbo definitivo de las elecciones del 5 de noviembre.

Estos territorios, que apenas representan la sexta parte de la población de Estados Unidos, se convirtieron en los trofeos anhelados de los candidatos a la Casa Blanca, que saben que cada voto cuenta cuando las encuestas los mantienen técnicamente empatados.

Las campañas presidenciales están agotando todos sus recursos para arrebatarle a su oponente votos en Arizona, Nevada, Míchigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Georgia, estados que suman 53 millones de personas clave en una población total de 354 millones.